Él decide dejar de fumar.
Es la vez número treinta y cinco del intento.
Se lo dice, a ella, en la cocina.
Ella lo mira sonríe dulce, asiente.
Él habla: - ¿Sabes cómo te llamaría Alejandro Dolina? Refutadora de Leyendas, no, vos serías Refutadora de Promesas.
Ríen.
Confían en la promesa número treinta y seis.
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