lunes, 12 de abril de 2010

Libertad de pasillo

La chica sale al pasillo de su piso
en el edificio en el que vive
llama a su gata que se asoma
y trata de quitarle el temor a salir
"vení, no pasa nada"
y así la gata sale
pierde el miedo.

Otro día la chica sale a tirar la basura
en el tacho
que está en el pasillo
del edificio en el que vive.

Y su gata sale contenta
confiada
por el mismo pasillo.

La chica regresa a su departamento
alza en brazos a la gata

la aprieta contra su pecho
la besa
y susurra:

"¡Quiero que seas libre!
... pero que no me dejes...".


5 comentarios:

Bizomáticas dijo...

qué ternura de texto! me encantó el formato mínimo de la historia.
gute

Haiku dijo...

Gracias Gute,
un abrazo
estrecho
para Ud.

Anónimo dijo...

La frase textual fue.

Quiero que seas libre pero que nunca me dejes.....

Haiku dijo...

Perdón Anónimo, parece que me pasé de largo el NUNCA, que refuerza la idea original del texto: el no, el pedido, la demanda, sí claro, de amor.

Anónimo dijo...

Muy bello tu poema. Aquí va otra historia con gato. Sintonizan la misma ternura. http://www.theamericanmuseum.org/august.09.eighth.html

Sis