No suena la radio
nadie en el sofá
Ni rastros de la angustia de antaño
que me dejaba pasmada en un mar de palabras
y navegaba allí.
No reboza la felicidad
Ni brilla su entorno
Ni deslumbra
garabatos de colores
Nadie hay aquí
Aquí, nadie ya.
El gato sigue su juego
La cama descansa donde siempre
Cama roja
sola
No suena el teléfono
La tecnología no ayuda
No hay compañía
Sobran libros
Botellas vacías
Cigarros apagados
Un ventilador.
Dolor de cuerpo
Golpe de cuerpo
en él
sólo esa presencia.
Palabras escritas.
Te espero
y no
Me pregunto
y ya no.
No.
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